lunes, 28 de septiembre de 2009

Zoellick: "EE.UU. verá Reducido su Poder Económico e Influencia"

Entrevista a Robert Zoellick
Presidente del Banco Mundial
DIARIO FINANCIERO
28-09-09


EFE
Los días del dólar como divisa de reserva mundial están contados después de la crisis financiera del 2008, afirmó hoy el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, quien también dijo que hay un nuevo orden económico internacional.

Según dijo el máximo responsable del Banco Mundial en un discurso pronunciado en la Universidad Johns Hopkins de Washington, tras la crisis, las mayores economías emergentes del mundo tendrán una mayor influencia económica mundial.

"La actual suposición es que la economía posterior a la crisis reflejará la creciente influencia de China, probablemente India y de otras grandes economías emergentes. Supuestamente, los Estados Unidos, el epicentro de la crisis financiera, verá reducido su poder económico e influencia" dijo Zoellick.

Pero Zoellick, también advirtió de que aunque China ha actuado como una fuerza estabilizadora de la economía mundial, "todavía encara grandes incertidumbres en el 2010" y que EE.UU. tiene "una cultura de capacidad de recuperación".

"El futuro de los Estados Unidos dependerá de cómo y si responderá a los grandes déficit, se recuperará sin una inflación que podría socavar su crédito y su moneda y revisará su sistema financiero mientras añade seguridad y solidez", explicó.

Dólar
Pero el jefe del BM reservó una de sus más graves advertencias al papel futuro que jugará el dólar estadounidense en el sistema financiero mundial al señalar que la moneda puede dejar de ser la divisa predominante en los próximos años.

"Estados Unidos se equivocaría si creyera garantizado para el dólar el papel de divisa predominante del mundo. Al mirar hacia adelante, cada vez más habrá otras opciones diferentes al dólar".

"Por supuesto, el dólar estadounidense es y seguirá siendo una de las principales divisas. Pero el futuro del dólar dependerá mucho en las elecciones de EE.UU.", añadió en referencia a las medidas que se tomarán sobre la deuda, inflación y renovación del sistema financiero.

Las alternativas apuntadas por Zoellick son el euro ("hay muchas razones para creer que la aceptabilidad del euro podría aumentar") y la moneda china.

"China se está moviendo hacia una gradual internacionalización de su moneda. China está haciendo más fácil que sus socios comerciales utilicen el renminbi (o yuan)" dijo Zoellick.

El presidente del BM también se refirió al sistema global de comercio y dijo de forma categórica que no está a la altura de las demandas de la economía global.

"El sistema Bretton Woods fue creado por 44 países en un momento en que el poder estaba concentrado en un pequeño número de Estados", dijo Zoellick, quien añadió que "ese mundo hace tiempo que ha pasado. Las nuevas realidades de economía política exigen un sistema diferente".

martes, 22 de septiembre de 2009

Las Nuevas Clases Medias del Perú

Por: Rolando Arellano Cueva *
LE MONDE DIPLOMATIQUE
Setiembre del 2009


El Perú siempre ha sido un país de grandes contrastes. Durante la denominada etapa aristocrática, la brecha entre lo que el gran historiador de la República, Jorge Basadre, denominó “el Perú formal” y “el Perú real”, no obstante los cambios producidos durante la segunda mitad del siglo XX, sigue manteniéndose en su esencia: existe todavía un Perú oficial y otro que no lo es. Sin embargo, eliminada la aristocracia, el contraste de las llamadas familias acomodadas tiene ahora el fenómeno de las clases emergentes.

En el Perú, al igual que en algunos países latinoamericanos como México, Colombia y Brasil, está surgiendo una nueva clase media con modelos culturales y económicos diferentes a las clases medias tradicionales. Así, lo que hace más de 20 años fue señalado por diversos intelectuales como José Matos Mar (1) como un movimiento de las masas pobres del país, hoy se ha convertido en un fenómeno social que reclama su parte en la dirección de la cultura y la economía de la sociedad.

Esta situación no solamente pone en cuestión la estructura social de los países, sino que también muestra que los estereotipos de la clasificación socioeconómica (los ricos son blancos, limeños y modernos, los pobres son mestizos, provincianos y tradicionales) resultan obsoletos. Si eventualmente ellos correspondieron alguna vez a la realidad de la sociedad latinoamericana, es claro que ellos no se adaptan a los cambios en curso. Además, los estudios sobre estilos de vida de los peruanos y de los mexicanos (2) evidencian la inexistencia de una relación directa entre modernidad, tecnología e ingreso, pues la mayor cantidad de nuevos ricos de nuestros países no tendrían las características aceptadas de los ricos tradicionales. El “rey de la papa”, el dueño-chofer de la flota de camiones y el gran empresario textil de Gamarra, con niveles de riqueza mayores a los de muchos de la clase alta clásica, no comparten con ellos sus costumbres, valores o comportamientos.

El surgimiento y crecimiento
Esta nueva clase media es el resultado de la gran corriente migratoria del campo a las ciudades que se presentó en casi todos los países latinoamericanos a partir de los años 60 y que continuó ininterrumpidamente hasta fines del siglo XX. Con ella Ciudad de México y Sao Paulo pasaron de tener unos pocos millones de habitantes a ser unas de las urbes más pobladas del mundo, y en la misma proporción se situó el crecimiento de Bogotá, Río de Janeiro y Lima.

A partir de su llegada a las ciudades, estos migrantes fueron rechazados por los Gobiernos y las clases altas y medias tradicionales, invadieron los terrenos más yermos alrededor de las ciudades (los desiertos de Lima, los cerros de Río o de Ciudad de México) y se replegaron en la informalidad (para la construcción de sus viviendas, para la generación de sus empresas y negocios, e incluso para sus operaciones económicas o financieras). En esa situación lograron, en tres generaciones, desarrollar una economía que adquiere su propia dinámica y que hoy tiene representantes icónicos que muestran los caminos a seguir para muchos.

¿Su estrategia central, aunque no exclusiva, de desarrollo? Dedicarse a proveer de productos y servicios al 80% de la población menos rica del país, que la empresa tradicional y el Estado había descuidado por centrarse únicamente en servir al 20% perteneciente a las clases alta y media tradicional. Ello les permitió crecer casi sin competencia externa, y sin control estatal, en un mercado donde existía una gran demanda insatisfecha. La oferta formal, preocupada en guardar la comodidad de su estrategia de mercados pequeños con altos márgenes, desestimó el potencial de los grandes mercados con márgenes menores, pese a que esto último es la regla en los países desarrollados.

“Mientras las familias burguesas latinoamericanas, de Lima, Caracas, Guayaquil o Ciudad de México, veían disminuir poco a poco su importancia social y sus ingresos y, se quejaban de la “desaparición de la clase acomodada”, en los alrededores de su ciudad surgía una sociedad distinta, que crecía y se desarrollaba sin pausa. Los habitantes de esos nuevos barrios, contrariamente a sus vecinos del centro, durante los últimos 40 años vieron crecimiento y progreso en sus familias y sus vidas. El abuelo, campesino rechazado por el campo, conquistó un pedazo de cerro o arenal y comenzó con una casita de pajas y cartones. El padre creció ya en el primer piso de una casa de ladrillos y fue chofer de taxi. Finalmente, el nieto vio ya la casa con tres pisos y estudia para ser especialista en computación”. “Dicen que en todos los fenómenos naturales, los extremos tienden a juntarse. En este caso, parece que esa conjunción se da en el encuentro de los burgueses en su bajada al llano, con los migrantes en su subida económica y social”(3)

Los nuevos íconos empresariales peruanos
Luego de años de crecimiento “oculto” en los mercados de las grandes mayorías y muchas veces en la informalidad, comienzan a surgir algunos grupos empresariales icónicos de este fenómeno. Ellos tienen algunas características comunes (no necesariamente todas, pero comparten la mayoría), entre las que pueden mencionarse el ser de origen provinciano -básicamente serrano-, tener una estructura empresarial familiar o de grupo regional y haber crecido desde estructuras pequeñas. Un elemento más, generalmente guardan un perfil bajo frente a la prensa y la opinión pública. Allí entrarían grupos como Torvisco (pinturas y bebidas), Perales Huancaruna (café), Añaños (bebidas), Oviedo (azúcar y comercio) y Flores (textiles). Eventualmente podrían colocarse allí también a los Rodríguez Rodríguez (leche), Dyer (pesca y agro) y Wong (retail), aunque en el imaginario social en este fenómeno no deja de estar presente un componente regional serrano. Por ello resulta más aceptable encontrar allí al grupo Rodríguez, cuyo ascenso es anterior al resto y basado en la mejora de una empresa más antigua y de prestigio, y que, desde nuestro punto de vista, se parece más a grupos semi-tradicionales como Romero o Rodríguez Pastor.

De todos ellos, quizás el más representativo es el Grupo Añaños, no solamente por su inmenso crecimiento nacional e internacional, sino también porque su estrategia de negocio está basada en una ampliación de su sus inicios de servicio a los mercados olvidados por las empresas tradicionales. Los Añaños, que comenzaron su éxito lanzando gaseosas de precio bajo dirigidas a las grandes mayorías peruanas, han repetido el mismo negocio en todos los países a los que han ido. Este ha sido simplemente generar productos para quienes tienen menos dinero disponible (generalmente aquellos de los grandes grupos de migrantes a las ciudades), mercados donde las empresas tradicionales no quisieron bajar sus mayores márgenes de utilidad unitaria.

Detrás de ellos se encuentra una multitud de otros fenómenos empresariales similares, aún poco conocidos pero que en algún momento serán descubiertos por la prensa. Los propietarios de Norky’s y Rocky’s (las más grandes cadenas de restaurantes del Perú), muchos empresarios textiles de Gamarra y algunos exportadores agrícolas de Trujillo, son un buen ejemplo de ello.

Una visión divergente
Un elemento importante para entender a estas nuevas clase medias es que no tienen los mismos criterios aspiracionales de las clase medias tradicionales. En efecto, las clases medias tradicionales vivieron y crecieron siempre bajo la protección y el empleo de las clases altas y su mayor aspiración era integrarse a ellas. Las nuevas clases medias divergentes crecieron sin tener relación con las clases altas (más bien fueron rechazadas por éstas) y, por tanto, construyeron sus propios códigos de moda, de cultura y de consumo. Sus antecedentes provincianos, su experiencia de vida en Lima, y el contacto permanente con el mundo a través de la televisión y la tecnología, generaron un nuevo mestizaje cultural. Enchapado externo de las casas con cerámica brillante, gastronomía con fuertes componentes de origen serrano y música con acordes mezclados modernos y andinos, son algunos de los componentes más evidentes de esta nueva cultura. Si bien la mayoría de ellos son rechazados inicialmente por los grupos tradicionales, poco a poco comienzan a ser aceptados por ellos, siendo quizás el caso más significativo el de la música, al punto que hoy en ninguna fiesta peruana, de alto o bajo ingreso, dejará de escucharse (y bailarse) al Grupo 5, Néctar o Armonía 10, típicos representantes del sonido del Perú migrante.

¿Qué se viene? Sin ninguna duda un crecimiento mayor de esta nueva clase media, una aceptación creciente de sus costumbres y un mayor peso en la economía. Junto con ello, la formación de una cultura peruana realmente mestiza, que mezcla, por fin, a todas las sangres, todas las regiones y todos los niveles de ingreso del país. ¿Por fin un Perú culturalmente unido?


REFERENCIAS
(1) Matos Mar, J. “Desborde popular y crisis del Estado: Veinte años después”. Fondo Editorial del Congreso, 2004.
(2) Arellano, Rolando. “Los Estilos de Vida en el Perú: Cómo somos y pensamos los peruanos del siglo XXI”. Editorial C y M, 2000.
(3) Arellano y Burgos, “Ciudad de los Reyes, de los Chávez, los Quispe”. Editorial IMSA, 2006.


* Doctor (PH.D) en marketing de la Universidad de Grenoble, Francia; MBA de ESAN, Perú; y psicólogo de la Universidad Católica. Presidente de Arellano Marketing Investigación y Consultoría, y autor de 12 libros y más de 300 artículos sobre los mercados en las economías emergentes.

viernes, 18 de septiembre de 2009

López en Venezuela

Por: Jaime de Althaus Guarderas
EL COMERCIO
18-09-09


Sinesio López (“La República” (4/9/2009) argumenta que Alan García apela a las armas (el proyecto de ley que autoriza a la policía a disparar) para defender el modelo neoliberal, que impone un capitalismo salvaje “sin derechos ni garantías para el trabajo, inversión y acumulación sin distribución, políticas económicas para los ricos y políticas sociales para los pobres”.

Bueno, es increíble. La mayor parte de los trabajadores carece de derechos laborales debido al altísimo costo de la legalidad laboral, heredera del velasquismo y tenazmente defendida por la CGTP y la izquierda, verdaderas oligarquías laborales. Fueron ellas las que se opusieron a cualquier intento de reforma que permitiera formalizar el trabajo y extender los derechos laborales.

¿Inversión y acumulación sin distribución? Por favor. Por primera vez en 100 años las regiones están creciendo más que Lima y la brecha centralista tiende a reducirse. La desigualdad al interior de las ciudades ha disminuido. Solo la distancia con la sierra rural —menos conectada al mercado, precisamente— se ha ampliado. Aquí es el Estado el que está fallando, no el mercado.

¿“Políticas económicas para los ricos y políticas sociales para los pobres”? Frase efectista, pero poco seria. La apertura de la economía permitió redistribuir los privilegios rentistas de los sectores urbano-industriales hacia los sectores populares, que incrementaron su ingreso real. El mismo efecto tuvo la derrota de la inflación, hija del populismo, así como la eliminación de los controles de precios, que generaban escasez y carestía. Por eso ha tendido a reducirse la desigualdad urbana y ha surgido una nueva clase media emergente en las principales ciudades, impulsada además por la titulación masiva que ayudó a la revolución del microcrédito de los últimos diez años, y por las privatizaciones que permitieron extender los servicios de telefonía y otros de una manera exponencial.

La apertura engendró una nueva industria, mucho más articulada a nuestros recursos y exportadora, como la de confecciones, que da mucho empleo. Se desató la revolución exportadora de la costa, que creó una nueva clase trabajadora de más de 250.000 personas con derechos laborales, y las empresas azucareras pudieron recapitalizarse pagando la gigantesca deuda laboral engendrada por el cooperativismo velasquista, y restableciendo los derechos laborales de sus trabajadores. Los productores más pobres, los de papa en la sierra, recuperaron su mercado interno (el consumo per cápita de papa, que cayó de 100 kilos en 1970 a 33 kilos en 1990, volvió a remontar a 80 kilos en la actualidad). Etcétera…

Añade López que, para imponer ese “capitalismo salvaje” (¿cuál?), los gobiernos neoliberales necesitan imponer formas autoritarias: “Concentración del poder en la cúspide, gobierno secreto con decretos de urgencia, hiperactivismo legislativo (sin debate público) del Ejecutivo por delegación de facultades del Congreso y aplicación vertical de las políticas públicas”. Parece que se equivocó de país: eso es Venezuela. Perdón, Venezuela es peor.

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿El Fin del Capitalismo?

Por: Carlos Adrianzén*
EL COMERCIO
17-09-09


Hace un año, el planeta entero aceptó lo que ya era obvio. Una burbuja global se desinflaba y, con ello, la economía global entró en recesión abruptamente.

Entonces, no pocos iluminados aseguraron que se cumplía por fin la vieja profecía marxista: el fin del capitalismo occidental. Según ellos, todo el sistema financiero global se derrumbaría como un castillo de naipes. Ha pasado un año, y aunque las cosas distan mucho de haberse consolidado, el lapso transcurrido nos deja varias lecciones.

La primera podría resumirse así: “No se deje engañar por los agoreros”. No raras veces las denuncias de inminentes hecatombes se plantean para obtener créditos políticos o prebendas mercantilistas. Si bien la actual recesión golpeó severamente los flujos globales de inversión y comercio, aún no ha configurado una gran depresión. Ni el casi 3% de caída del PBI gringo ni su tasa actual de desempleo se asemejan a lo sucedido en los años 30.

La segunda lección nos lleva a reconocer una mala noticia tan inesperada como lógica. “A las naciones más pesadamente reguladas les fue mucho peor”. Más allá de la contracción productiva y la destrucción masiva de puestos de trabajo, a lo largo de la Comunidad Europea y Japón la factura tributaria asociada con los masivos rescates implementados hipoteca gran parte de la vida económica de sus trabajadores jóvenes. En Argentina o Bolivia, donde la crisis se usó para justificar un declive que llegaba de todas maneras por sus errores internos, el impacto resultó amplificado.

La tercera lección enfatiza uno de los sustratos básicos del crack: “No se llegó aquí de casualidad”. Pocos ignoraban que las burbujas se sustentaban en cuadros de riesgo moral (y que, al final, los contribuyentes pagarían las cuentas), combinados con manejos politizados de la regulación financiera. Los mismos economistas que hoy acusan de codicia desproporcionada a los estafadores, por largos años se quedaron callados Krugman y Stiglitz incluidos ante los negocios turbios de los entes paraestatales (Fannie Mae y Freddie Mac, entre otros) y ante el relajamiento absurdo de los estándares de supervisión sobre operaciones hipotecarias y manejo de derivados.

Dejo al final la lección crítica. Más allá de los clichés ideológicos sobre la cura de la gran depresión de los 30, “otra vez la salida no la viene dibujando el Estado, la hace la gente”. Si existe una fuente de razonable expectativa en la recuperación de la economía norteamericana, provino de la capacidad de innovación y competitividad de los privados. Los rescates paliaron las cosas solamente. Los retos de la previsiblemente larga y penosa salida se dibujan nuevamente sobre el esfuerzo privado.

¿Y el destructivo fin del capitalismo? Los aprendices de Casandra tendrán que esperar. Otra vez Joseph Schumpeter la pega. El capitalismo se estructura sobre continuos procesos de creación destructiva.

* Economista, Director de la Escuela de Economía de la USMP

Hagamos lo que hace Brasil

Por: Humberto Campodónico
LA REPUBLICA
17-09-09


Brasil acaba de anunciar una nueva legislación petrolera para los megacampos de la Cuenca de Santos en el Océano Atlántico, a 400 km de Río y Sao Paulo, que contienen un mínimo de 11,000 millones de barriles (MMB) de reservas de petróleo y gas (estimado mínimo: el máximo es 50,000 MMB), que se añaden a los 12,000 MMB que ya tiene), lo que pone a Brasil en las grandes ligas mundiales. Las reservas están a gran profundidad (más de 2,000 metros) y su desarrollo necesita tecnologías de punta (que Brasil tiene) y fuertes inversiones.

La nueva legislación suscitó fuertes quejas de las grandes petroleras, que han “rebotado” en los medios internacionales (Financial Times, The Economist). Se objeta que ahora las reservas le pertenezcan al Estado y ya no a quienes compran las concesiones a la Agencia Nacional de Petróleo (la Perupetro brasileña).


El 50% del petróleo de cada nuevo lote licitado será del Estado, mientras que el 50% restante será de las privadas al lado de Petrosal (nueva subsidiaria de Petrobrás), dividiéndose las ganancias, después de deducir los costos de producción. Esto lo objetan las privadas, que quieren seguir siendo propietarias del petróleo extraído.

La primera ministra Dilma Roussef ha dicho que el Estado inyectará el equivalente de 5,000 MMB (unos US$ 250,000 millones) a Petrobrás para asegurar que la empresa tenga las suficientes espaldas financieras y siga siendo el operador dominante (hoy extrae el 95% de los 2MMB diarios que se producen en Brasil.

Las razones para la nueva legislación son simples, según Roussef: al haber encontrado Petrobrás los nuevos campos casi se ha eliminado el riesgo de exploración, lo que le da derecho al Estado a una mayor participación en las ganancias. Recordemos que hace dos años el presidente Lula anunció la suspensión de las licitaciones mientras se elaboraba la nueva legislación.

Las críticas de las petroleras también son macroeconómicas. Dicen que Brasil tiene una política laxa de inversiones públicas, lo que puede provocar déficits fiscales. Agregan que la bonanza petrolera es una potencial fuente de corrupción. La cereza es que los enormes excedentes de divisas pueden hacer que Brasil contraiga la “enfermedad holandesa” (dólar barato que incentiva las importaciones y disminuya la competitividad de la industria nacional).

Hay que tener cuajo para mirar la paja en el ojo ajeno y no darse cuenta de las enormes vigas en el propio. Los causantes de la crisis financiera y sistémica internacional ahora vienen a “advertir” los riesgos en terceros. Brasil ha tenido importantes superávits primarios en los últimos años y su tasa de interés ha sido la más alta de América del Sur, rasgo que le ha valido fuertes críticas a Lula del sector industrial.

Además, se va a crear un Fondo Social para que chorree a los más pobres. ¿Dónde está la farra? Pero en verdad, las críticas son por lo siguiente:

Uno, las empresas quieren ser dueñas del petróleo y gas para hacer lo que les da la gana (como con la exportación del gas de Camisea).

Dos, quieren seguir obteniendo ingentes ganancias, esta vez con un petróleo ya descubierto por Petrobrás, lo que lo convierte en ganancia fácil porque ya no hay riesgo exploratorio (lo que aquí se hizo con los regalos de Dios de la Shell).

Tercero, no les gusta que la octava potencia económica mundial disponga de reservas energéticas y una gran fuente de divisas. Lula dijo que los descubrimientos de Santos son “un regalo de Dios” y “un pasaporte para el futuro”. Cierto. La energía es estratégica en el siglo XXI y Brasil la aprovecha. Cosa que nosotros no hacemos.

viernes, 11 de septiembre de 2009

La otra Amazonía

Por: Jaime de Althaus Guarderas
EL COMERCIO
11-09-09


Hernando de Soto ha regresado a ocuparse del Perú, esta vez de las comunidades amazónicas. Su objetivo con esta megainiciativa es similar al que tuvo con “El otro sendero” en los años 80, cuando la izquierda tenía la hegemonía intelectual: demostrar que hay un camino distinto y mucho más productivo para las comunidades amazónicas que el que propone el movimiento indígena detrás de Aidesep y algunas ONG, que centra su activismo en el reconocimiento del derecho a la consulta reconocido por la declaración 169 de la OIT y en el rechazo a inversiones capitalistas vistas como una amenaza, y que aboga eventualmente por una economía aislada del mercado. Y que aquel camino pasa por reclamar los mismos derechos de propiedad y empresa que tiene una compañía formal o una transnacional, en lugar de los títulos disminuidos e inútiles que tienen ahora, si los tienen. Es decir, derecho a la igualdad legal o fin del apartheid jurídico.

Pues de lo que se trataría no es de defenderse de la globalización, sino de aprovecharla para crecer y liberarse de la pobreza. Pasar de una actitud defensiva a una ofensiva. Lo que los pueblos amazónicos necesitan, más que solo ser consultados, es poder económico. Y eso lo conseguirían con derechos de propiedad efectivos que les permitan, por ejemplo, desarrollar empresas o corporaciones que participen directamente en la explotación de los recursos naturales o en otras actividades. Y si se tiene derechos de propiedad potentes, la consulta cae por su propio peso. Ya no sería consulta. Sería negociación.

Constata De Soto que las comunidades nativas no son arcadias comunales en las que todo es colectivo. De hecho, sus territorios están internamente parcelados, aunque los bosques puedan, sí, tener una apropiación colectiva. Pero el título que otorga el Estado no reconoce esas tenencias individuales y solo consiste en una demarcación colectiva que no otorga ningún instrumento económico efectivo.

Lo que se propondría, entonces, es una discusión con y al interior de las comunidades para establecer en qué consisten en la realidad los sistemas de tenencia y propiedad, y a partir de allí construir unos derechos que contengan todos los instrumentos de la propiedad de modo que puedan formar empresas y convocar capital. Pero eso tiene que hacerse para que la iniciativa no quede solo en el terreno ideológico.

Algo similar deberían hacer las comunidades andinas, en las que también hay distintos grados de tenencia privada de la tierra según la intensidad del aprovechamiento productivo. Las tierras agrícolas, por ejemplo, se heredan de padres a hijos. Son propiedad privada en los hechos. Pero prevalece en la Constitución y la ley el mito colectivo, que, en el fondo, no es otra cosa que un instrumento ideológico de la sociedad mayor para mantener a la población indígena en la marginación económica.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Levantando Obstáculos

Por: Fritz Du Bois
PERU21
09-09-0


Finalmente, la modernidad se empieza a reflejar en nuestro posicionamiento internacional. En dos días se ha anunciado que hemos mejorado 5 puestos en el índice global de competitividad y 9 puestos en el ranking sobre el clima de negocios a nivel mundial. Sin embargo, nos encontramos aún en los lejanos puestos 78 y 56, respectivamente, así que todavía hay mucho por remar.

Es importante resaltar que lo más útil que tienen estos índices es que nos permiten medir anualmente avances o retrocesos. No hay nada peor que ser como el avestruz. Un ejemplo de ello fue retirarnos de las pruebas PISA de la Unesco durante el gobierno de Toledo porque salíamos en último lugar.

Justamente, la pésima calidad de la educación es una de las peores cargas que arrastramos. Al menos es el único sector social en el que este gobierno está actuando, enfrentando al Sutep, que durante 30 años impidió que el esfuerzo y la capacidad individual sean recompensados.

Otra tara que aparece por todos lados es nuestra insufrible tendencia al papeleo contra la cual poco se ha hecho y es la causa principal de la economía informal. Pero los 800 millones que tiene el presupuesto para modernización municipal deberían eliminar cientos de trámites y trabas a nivel de gobierno local, que es donde se concentra lo más avezado de la burocracia.

Por otro lado, a veces es difícil explicar cómo es que el Perú ha hecho para tener la peor infraestructura en la región –después de Bolivia, que siempre evita que estemos en el último puesto–, pero cuando uno ve la coalición en contra de la concesión de Paita, conformada por quienes han hecho de la envidia y la pequeñez un medio de vida, ya no se requiere dar ninguna explicación.

Incluso los opositores al ingreso de la inversión a sectores monopolizados por las empresas del Estado o a introducir competencia en la educación o a promover la simplificación, son los mismos que han marginado al 60% de la población de la posibilidad de tener un trabajo adecuado, manteniendo una legislación laboral que solo beneficia a un pequeño grupo de privilegiados.

Así que, para cumplir el objetivo de llegar al puesto 25 en dos años, al gobierno no le queda más que enfrentarlos de plano, pues no nos podemos dar el lujo de esperar a que ocurra un cambio generacional para que dejen de seguir obstaculizando.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Podría el dólar Perder su Estatus de Reserva Predilecta del Mundo?

Por: Dennis K Berman
EL COMERCIO
Tomado de The Wall Street Journal
03-09-09


Un año Después de la Caída de Lehman Brothers

Por: Humberto Campodónico
LA REPUBLICA
03-09-09


Este mes se cumple un año de la caída de Lehman Brothers, debido a la gran cantidad de hipotecas sub-prime que tenía en su cartera. Hasta el último minuto se pensaba que sería parte de una operación de salvataje por el gobierno, pues era “muy grande para caer”. Pero eso no sucedió y el banco quebró.

Este hecho hizo explícito que el capitalismo estaba en la más grave recesión desde 1929, la misma que se ha globalizado. No funcionó la tesis peregrina del “desacople”, levantada por el FMI, que decía que otros países tomarían la posta de locomotora que dejaba EEUU, entre ellos, la China.

También cayó por los suelos la tesis del “exceso de ahorro global” (global savings glut, en inglés) de Ben Bernanke –actual Jefe de la Fed, ratificado por Obama para un nuevo período– que decía que no había que preocuparse por el gran déficit de la balanza comercial de EEUU, ya que los países con superávit, sobre todo China y los petroleros de la OPEP, lo financiarían sine die.
Hoy, muchos analistas dicen que los “brotes verdes” anuncian el comienzo de la recuperación económica. No opina lo mismo Stephen Roach, economista jefe del Morgan Stanley, que acaba de publicar el libro “The Next Asia” (El Asia que se viene), por 3 motivos: 1) Porque la crisis financiera aún no termina y más bancos van a quebrar.

2) Porque continúa la recesión en la mayoría de los países, y 3) Porque el bajo poder adquisitivo de los consumidores de EEUU –que fueron el motor del crecimiento impulsados por la burbuja– “está recién en la etapa inicial de un ajuste que va a tomar varios años” (www.bloomberg.com, 31/08/09). Por ello, dice que si bien se van a ver algunos números “más bonitos” en el III Trimestre, eso se debe sobre todo a la reducción de inventarios. No descarta, por tanto, una recaída.

Roach, además, apunta a los problemas de fondo. Dice que “no necesitamos banqueros centrales que sean buenos limpiando escombros, sino aquellos que eviten las crisis”. Culpa a la Fed de haber sido demasiado complaciente con los créditos sub-prime y por eso no aplicó las medidas regulatorias necesarias: “si no se extraen las lecciones, podemos volver a caer en los mismos errores”.

Es cierto que la casi total falta de regulación financiera propició y aceleró la burbuja, así como el engaño a los compradores de bonos, lo que solo tiene una diferencia de grado con las estafas de Bernie Madoff. Pero no debemos olvidar que la burbuja fue completamente funcional a las necesidades del capitalismo en el último cuarto de siglo y, justamente, por eso, dice Joseph Stiglitz, se escogió como jefe de Fed a Alan Greenspan, personaje que creía a rajatabla en las bondades del “libre mercado”.

En The Next Asia, dice que el gran problema de la economía mundial es que Asia (sobre todo China) cree que va a poder salir de la crisis de la misma manera exportando grandes cantidades a EEUU. Afirma que esa tesis es errada porque EEUU ya no puede jugar ese rol y, más bien, quiere hacer lo mismo: devaluar el dólar (ojo, pestaña y ceja) y exportar todo lo que pueda, para lo cual necesitan un ajuste estructural.

Afirma Roach que China tiene un exceso de capacidad de producción orientado a la exportación, que ha aumentado aún más con el Plan Estímulo de US$ 586,000 millones. Por tanto, no ha habido un cambio de calidad en la producción, que debía haberse orientado más a su propio mercado interno. Lo que nos lleva a visualizar un mundo más “desglobalizado” (ver Bruno Seminario, El futuro de la economía mundial, http://aeperu.blogspot.com, 23/08/2009).

Como se aprecia, el hundimiento del Lehman Brothers hace un año no fue más que el comienzo del destape de una crisis estructural que está lejos de haber terminado. Salvo mejor parecer.