Por: Mirko Lauer
LA REPUBLICA
11-11-09
Desde hace ya cierto tiempo se viene diciendo que el modelo de negocios de la prensa impresa no está funcionando, y que Internet es responsable. La crisis de lectores y de publicidad de los periódicos en el mundo es real, y algunos de los más importantes están reaccionando con juicios en defensa de los contenidos que generan.
El argumento es que los medios tradicionales invierten dinero en generar noticias que luego las empresas de Internet (con Google a la cabeza) toman gratis para montar servicios informativos. El magnate de medios Rupert Murdoch acusa a Google de robarse sus contenidos, y anuncia planes para retirarlos del buscador.
Google responde que su servicio de búsqueda y agregación de noticias es más bien una poderosa fuente de promoción para los contenidos de los diarios, y que no infringe copyright alguno. En efecto hasta el momento la norma es que los diarios quieren sus textos presentes en la red, aun si eso les resta compradores.
Hubo un momento en que para los diarios la solución pareció ser cobrar por acceso a su página web o parte de ella. Algunos han mantenido la práctica, pero en términos generales ella ha demostrado que no resuelve el problema. La pérdida de compradores y avisadores se va acusando a medida que el público se va acostumbrando más a Internet.
Los argumentos en la línea de Murdoch hacen notar que de poco vale dedicar tiempo, dinero y profesionalismo a la producción de contenidos propios, si estos pueden ser obtenidos en otra parte sin más esfuerzo que un clic del ratón. También es cierto que la red aporta una porción creciente de los contenidos que los diarios publican.
Las cifras más elocuentes sobre qué está pasando son que desde el 2002 la tajada de los diarios en la publicidad mundial ha caído algo más de 5%, mientras que la de Internet ha subido casi 10%. Aun así, el cálculo de la World Association of Newspapers muestra que el peor enemigo de los diarios no es Internet sino los diarios gratuitos con contenido editorial.
En el debate sobre salvataje de los diarios hay múltiples escenarios: la supervivencia de un puñado de diarios más fuertes, la migración del papel a la red con armas y bagajes, periódicos caros subsidiados por un núcleo de adictos al papel y la tinta, tarifas para las noticias en Internet que vuelvan a equiparar el tablero, y así sucesivamente.
¿Nos toca todo esto a los peruanos? No conozco cifras, pero a ojo de buen cubero el problema no está en la caída de la publicidad, sino de las ventas de los periódicos entre los sectores A hasta C. Como va la cosa, por un tiempo el futuro del periodismo aquí no está en Internet sino en las radios locales de todo el país.
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