jueves, 6 de mayo de 2010

Enfriamiento: Turno del BCRP

Por: Waldo Mendoza B Economista*
EL COMERCIO
06-05-10


El Ministerio de Economía y Finanzas ha anunciado el inicio de una política fiscal contractiva. Por su parte, el Banco Central de Reserva del Perú (BCR) está listo para “adoptar ajustes preventivos en la posición de la política monetaria”. Esos ajustes se iniciarían con un alza de la tasa de encaje. Esa política es dañina para la política monetaria y, en ciertas condiciones, inútil.

En un régimen de metas de inflación, la tasa de interés de referencia es el instrumento de la política monetaria. Pero a principios del 2008, el BCR resucitó el viejo instrumento de la tasa de encaje y parece que volverá a usarlo hoy. El argumento es que el alza de la tasa de encaje enfría la economía e impide la caída del tipo de cambio, mientras que si se sube la tasa de referencia solo se consigue el enfriamiento.

Casi ningún banco central moderno usa la tasa de encaje como instrumento. Sus razones tienen.

Primero, la tasa de encaje debilita la potencia de la política monetaria. La tasa de interés de referencia afecta las tasas de interés de largo plazo y de esta manera a la economía.

El uso prolongado de este instrumento fortalece el vínculo entre las tasas de corto y largo plazo. El uso de otros instrumentos sustitutos debilita este efecto traspaso.

Segundo, subir la tasa de encaje puede ser inútil. Es el caso cuando ante un alza en la tasa de encaje, banqueros optimistas no recortan su oferta de préstamos y prefieren desprenderse de los bonos que poseen.

Tercero, si ante una mayor tasa de encaje banqueros menos optimistas deciden recortar el crédito bancario, esto producirá tendencias alcistas en la tasa de interés interbancaria, que el BCRP anulará, inyectando soles, para no mover la tasa de interés.

Hay una ruta más limpia de enfriar la economía, sin hacer caer el precio del dólar. Elevar la tasa de interés de política, con lo que se enfría la economía, y al mismo tiempo, hacer compras esterilizadas de dólares, con lo que se anula el efecto de la tasa de interés sobre el tipo de cambio.

(*) Jefe del Departamento de Economía de la PUCP

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