martes, 23 de marzo de 2010

Monedas Fuertes en Latinoamérica

Por: Andrés Oppenheimer
EL COMERCIO
23-03-10


Justo cuando todos estábamos celebrando que Latinoamérica ha salido relativamente indemne de la crisis económica mundial, una nueva amenaza podría poner en peligro el crecimiento de la región: las monedas cada vez más fuertes.

A simple vista, la constante valorización de muchas monedas latinoamericanas es una buena noticia para muchos en la región. Una vez más, muchos latinoamericanos podrán importar con mayor facilidad productos de lujo. Pero, por otro lado, la constante apreciación de las monedas podría perjudicar las exportaciones de la región.

Marcelo Giugale, director de la Oficina de Política Económica y Pobreza para América Latina del Banco Mundial, me hizo notar ese peligro. Subrayó que, irónicamente, las economías de mejor desempeño serán las más afectadas por la fortaleza de sus monedas. Los países más exitosos tendrán que aprender a vivir con monedas fuertes, dijo Giugale. Eso los hará menos competitivos.

El razonamiento es simple: con las tasas de interés en EE.UU. a casi cero, cada vez más inversores estadounidenses y europeos están comprando monedas locales de América Latina para aprovechar las tasas de interés más altas de la región, ganar más intereses y luego convertir sus ahorros nuevamente a dólares.

Es cierto que muchos inversores extranjeros perdieron hasta la camisa con este juego, cuando varios países de la región sufrieron crisis financieras y devaluaron sus monedas repentinamente. Pero la mayoría de los economistas coincide en que los países latinoamericanos financieramente responsables no caerán en crisis económicas en el futuro inmediato, y que la región en general crecerá más del 3% este año.

Ya sea por la caída del dólar o por la constante apreciación de las monedas latinoamericanas, lo cierto es que en los últimos 12 meses la moneda de Brasil se apreció un 24% respecto del dólar, la de Colombia un 25%, la de Uruguay un 19%, la de México un 17%, la de Chile un 12% y la del Perú un 10%.

En casi todos estos países, un constante flujo de dólares del exterior está creando una gran demanda de moneda local, que hace apreciarse a sus monedas. Entre las excepciones a la regla está Argentina, cuya moneda se depreció en un 7%, en gran medida porque el país no atrae capital extranjero.

“Exportar desde lugares como Bogotá, Lima, Sao Paulo o Santiago será más caro”, dijo Giugale, explicando que los costos laborales locales serán más altos en dólares estadounidenses. “Les resultará más difícil vender sus productos en EE.UU. y en cualquier otro país que mantenga su moneda atada al dólar estadounidense, incluyendo a China”.

¿Entonces, qué deberían hacer los países de la región? Según Giugale y muchos otros economistas, firmar nuevos acuerdos de libre comercio para expandir sus mercados todavía será una buena opción, pero no será suficiente. Para crecer, la región tendrá que generar nuevos —y cada vez mejores— productos de exportación.

En otras palabras, para ser competitivos, los países latinoamericanos con monedas fuertes le tendrán que apostar a la innovación. Ese va a ser un reto enorme, porque la región apenas está recibiendo el 2% de la inversión mundial en investigación y desarrollo, mientras que los países asiáticos están recibiendo el 28%, según la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana (Ricyt).

Mientras que China invierte el 1,4% de su PBI en investigación y desarrollo, Brasil invierte el 1%, Argentina el 0,6%, México el 0,4%, y Colombia y el Perú 0,1% cada uno, según Ricyt.

Mi opinión: Las monedas fuertes generalmente son señal de economías saludables, y deben ser el objetivo de cualquier país. Pero los países latinoamericanos deberían tratar de que la valorización de sus monedas sea gradual, y no especulativa, y asegurarse de que no perjudique sus exportaciones. Para exportar con monedas fuertes, tendrán que vender productos cada vez más sofisticados, lo que requerirá más innovación y más educación.

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