Por: Jaime de Altahus G
EL COMERCIO
13-03-09
El argumento clave de los que se oponen al acuerdo de libre comercio con Chile es la asimetría de las dos economías, particularmente de las inversiones chilenas en el Perú versus las peruanas allá. Se teme que el acuerdo consolide la diferencia y conduzca a un dominio de la economía peruana por chilenos.
El total de las inversiones chilenas en el Perú desde 1990 hasta la fecha está algo por encima de los 6 mil millones de dólares, un 20% del total de la inversión extranjera. Pero solo en el 2007 toda la inversión privada en el Perú sumó alrededor de los 23,5 mil millones de dólares. Si de esa, la chilena fue 563 millones (INEI), pues estamos hablando del 2,4%. Un porcentaje ínfimo. Para no hablar del stock de capital acumulado en el país (358 mil millones de dólares), respecto del cual los 6 mil millones chilenos representan el 1,6%, es decir, casi nada. Dominar la economía desde esos porcentajes es imposible.
Más bien la inversión chilena, como toda inversión, ayuda a la economía peruana a recuperar el tiempo perdido, crecer y acumular capital hasta que seamos capaces nosotros de exportarlo, es decir, de invertir crecientemente en ese y en otros países, como ya ha empezado a ocurrir. Un acuerdo con Chile nos permite aprovechar la acumulación de capital que ellos han hecho en nuestro favor, a fin de acortar distancias y superarlos.
La asimetría, entonces, lejos de perjudicarnos, nos conviene. La podemos usar como palanca. Lo mismo podemos decir del tamaño de su economía, que por ahora es casi un 40% más grande que la nuestra. Esto favorece a los productos peruanos, que encuentran allá un mercado más grande que los chilenos acá. Lo que nos permite crecer más para alcanzarlos.
En los 60 el Perú tenía un PBI per cápita algo superior a Chile. Hoy el chileno es más de dos veces el peruano. ¿Qué pasó? Pues que mientras nosotros —siguiendo las políticas de los mismos que hoy se oponen al acuerdo— optamos por cerrar nuestro mercado y estatizar la economía, ellos lo abrieron y recibieron inversiones de todo el mundo. Nosotros nos descapitalizamos y ellos se capitalizaron. Nosotros perdimos 30 años y ellos nos sacaron larga ventaja. Recién desde los 90, con apertura y mercado, estamos recuperando terreno. El 2008 crecimos 9,8%. Ellos 3,9%. Hay que seguir por esa senda. Eso es lo patriótico. Solo eso nos permitirá ser más potentes económicamente que Chile en unos años. Lo demás es condenarse a perder terreno nuevamente, a la humillación perpetua.
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