Por: Raúl Rivera *
EL MERCURIO
14-10-10
Estamos acostumbrados a vernos como una región muy colorida y pintoresca, pero bastante insignificante en el contexto mundial, fragmentada en países muy distintos unos de otros, bastante inestable, pobre, violenta, atrapada desde hace mucho tiempo en manos de dictadores, narcotraficantes y líderes neopopulistas como Chávez y Kirchner. No estamos solos: el resto del mundo también nos tiende a ver así.
Como demuestro en detalle en mi nuevo libro "Nuestra Hora" (que se lanzará hoy), la realidad es casi sin excepción la opuesta. Aunque muchos lo ignoremos, ya somos una región de unos 600 millones de habitantes. Nuestro territorio es cuatro veces mayor al de Europa, y lo que es menos sabido, es más grande que el de China y Estados Unidos sumados. Con un PIB regional de unos seis trillones de dólares (PPP), ya somos la cuarta economía mundial, además de ser una de las más estables y dinámicas, como la reciente crisis global puso de manifiesto. Somos casi sin excepción una región democrática, urbana, de clase media y mucho más homogénea culturalmente que cualquier otra región del mundo, y posiblemente fuimos la región más pacífica del mundo durante el último siglo. Otro dato sorprendente: los neopopulistas como Chávez, sumados, no alcanzan a representar más de un 20% de nuestra economía o población.
Aunque todavía no nos hayamos dado cuenta, el antiguo sueño de la unidad regional se ha vuelto prácticamente una realidad: a estas alturas estamos bastante integrados en casi todo sentido, menos el político. La mayoría de nuestras expresiones culturales (música, bailes, literatura, arte, religión, idioma y, lo que es más importante, valores) ignoran por completo nuestras fronteras. La geografía de nuestros países también se burla de ellas (Chile es algo excepcional, pero no tanto como nos vemos desde Santiago). La añorada integración económica regional también está muy avanzada gracias a los TLC (al abrirnos al mundo nuestros países se han abierto a la región) y a las multilatinas. En años recientes, Chile, Perú, Colombia y México han negociado o firmado TLCs no sólo con la Unión Europea y los Estados Unidos, sino también entre ellos. De hecho, este mercado común subregional -en fases finales de gestación- agrupa a más de doscientos millones de consumidores y representa una economía de casi 2,5 trillones de dólares (PPP), más grande que la brasilera.
Hasta ahora no hemos logrado avanzar en nuestra integración política, algo tal vez afortunado (quién sabe qué burocracia hubiéramos montado). Pero los costos de nuestra desunión están creciendo, a medida que nuestros países aprovechan su creciente prosperidad para embarcarse en una carrera armamentista y el mundo se organiza en bloques culturales homogéneos.
En resumen, la mayoría de las ideas que tenemos sobre la región no resisten análisis y ha llegado la hora de abandonarlas. Ha llegado la hora de tomar conciencia de todo esto y poner en marcha un reordenamiento de la región, a partir de esta nueva visión de nosotros mismos. Ha llegado la hora de creer en nosotros.
* Presidente y fundador de Foro de Innovación.
En twitter: @raulrivera
jueves, 14 de octubre de 2010
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