sábado, 18 de julio de 2009

Posmodernidad en la economía

Por: Óscar Ugarteche, Economista*
EL COMERCIO
18-07-09


A fines del siglo XX, en la década del 70, se inició la segunda revolución del conocimiento. Se afirmaba entonces que la economía basada en el petróleo había terminado su ciclo, iniciado según unos en 1908 y según otros en 1930, y que comenzaba la era de la tecnología basada en el conocimiento y en las comunicaciones. Esta era llegaba acompañada por información masiva en tiempo real, análoga a la que se había visto a fines del siglo XIX, pero ampliada a todos los usuarios. Lo que antes había sido un lujo para un pequeño grupo se tornó en una forma de saber: la televisión por cable, los videos distintos (desde el Betamax hasta el DVD), la computadora personal (Apple, 1982), el traslado de imágenes de un lugar a otro en tiempo real (fax), el traslado de información de dos vías por computadora, (Internet) y el sistema de acopio de información de aquello trasladado (los buscadores como Google). La televisión por satélite se masificó y la era virtual entró en una etapa cumbre.

La conciencia de que el planeta es finito tomó auge en los 70 con el surgimiento de Greenpeace y de los ideólogos del ecologismo, que fueron alimentando la idea de que el papel hecho de madera estaba arrasando el planeta y que era más importante “saber” que guardar en papel. Así, el conocimiento se comenzó a volver virtual.

La velocidad del aprendizaje medido en títulos de publicaciones (cada vez más limitadas en número) se fue acelerando. Antes de la prensa de Gutenberg (siglo XV) el conocimiento se duplicaba cada mil años y después de ella, cada 120 años. Después de la máquina de escribir Underwood (fines del siglo XIX), cada veinte, y después de la computadora (1942), cada cinco. Luego, con la revolución de la computadora personal y lo señalado, este ciclo se ha vuelto casi infinito.

Eso ha hecho que la demanda por conocimiento crezca de forma exponencial, las escuelas se armen de computadoras con Internet y que las universidades hayan incrementado la demanda de formación de sus docentes. Si hasta 1970 una licenciatura era suficiente para enseñar, en la década del 80 era al menos una maestría y luego, los doctorados. Siempre hubo doctorados, pero la demanda del título formal creció conforme lo hizo la presión por ingresar como docente a los centros de enseñanza.
El concepto de excelencia en los centros de enseñanza se materializó en el número de artículos y libros publicados por profesor, número de conferencias organizadas, asistidas y, sin duda, la presencia en la web.

En el Perú la educación se abandonó en los años 70 cuando el impulso nacionalista cerró el sistema universitario a los profesores extranjeros. Luego, el gasto por estudiante escolar se fue reduciendo hasta el 2000 y la calidad de toda la educación se fue tornando deleznable. El resultado fue una emigración masiva desde fines de los años 70 de jóvenes talentos que no tienen a dónde regresar.
El desarrollo posmoderno está en el conocimiento.


* Economista, Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

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